Bien Vestidos

El papel mural es una alternativa ideal para darle un toque distinto y con carácter al baño. Un recurso muy versátil, atractivo, fácil y rápido de instalar (y sacar). Líneas, flores, patrones, dibujos, colores… aquí todo está permitido. Eso sí, existe un solo gran enemigo: la humedad, es por ello que lo más recomendable es instalarlos en recintos de poco tránsito y sin ducha, como el baño de visita.

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En el baño (y cualquier espacio) el papel pintado, como le dicen los españoles, es una gran opción de remodelación y cambio de look radical sin necesidad de procedimientos complejos. Romántico o moderno, rústico o sofisticado, claro u oscuro, da lo mismo, lo importante es perderle el susto y atreverse a experimentar y no limitarse por la altura, forma o tamaño del espacio. Quizá un baño pequeño no se verá más grande con un papel floreado, pero sí lucirá mucho más atractivo. Eso está garantizado.

Lo que sí hay que tener en cuenta al escoger el diseño y el color son el resto de los elementos del baño, desde los muebles hasta los accesorios, pasando por el tono del techo, guardapolvos y lo que esté a la vista, incluso el sistema de calefacción como los radiadores, de manera que todo se integre armónicamente.

Hoy en día los patrones con hojas, tipo tropical, están muy de moda, aunque como el diseño es grande, queda mejor en espacios más amplios. El efecto óptico de un papel a rayas en un espacio pequeño es muy entretenido; el plateado o dorado es un gran recurso a la hora agregar sofisticación, las flores nunca pasan de moda y el blanco y negro tampoco. ¡Atrévase, seguro que no se arrepentirá!